Causas de la depresión infantil

La tristeza es una emoción que experimenta un ser humano en cualquier momento de su vida, sin embargo, la tristeza se convierte en depresión cuando el estado de ánimo doloroso persiste en el tiempo. Puede resultar sorprendente que los niños también sean víctimas de la depresión infantil, sin embargo, en la actualidad los expertos afirman que afecta a un porcentaje importante alrededor de un 8 y un 10 por ciento de la población infantil.

Los niños cada vez pasan más tiempo solos dado que los padres tienen que hacer grandes esfuerzos por compaginar el cuidado del hogar con el cuidado de la familia. Por este motivo, los niños a veces, también hacen frente a rutinas muy intensas en el colegio y en clases extraescolares. El ambiente familiar además del caracter del niño influyen de forma directa en la formación de la tristeza. Pero además, existen otros motivos como la dependencia emocional de los niños hacia los padres. Los más pequeños de la casa tienden a idealizar la figura de sus progenitores, por el contrario, durante la adolescencia el niño tiende a manifestar y buscar su autonomía y su independencia.

El crecimiento adecuado de un niño implica su salud física pero también su bienestar emocional. En este sentido, muchos niños tienen dificultades para hacer frente a la frustración, es decir, a una negativa. Sin duda, una de las labores más importantes a nivel educativo es que los padres marquen un límite a los niños para enseñarles que no todo es posible.

Por otro lado, aquellos niños con pocos amigos que tienden a comunicarse poco también son más propensos a padecer tristeza puesto que la amistad es un verdadero tesoro. Sin duda, entre los factores que pueden causar una depresión infantil es necesario tener en cuenta los aspectos ambientales, es decir, externos. Como por ejemplo, un cambio de colegio, cambio de profesores, un cambio de hogar, la separación de los padres…

Por otro lado, el niño también pueden sufrir mucho al sentirse rechazado por sus compañeros. El primer paso para hacer frente a la depresión infantil es precisamente diagnosticar de forma adecuada cuál es la causa exacta, algo que no siempre es fácil. En ocasiones, se confunden causas con efectos.

Foto | Crearte
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