El catálogo de juguetes de Toy Planet: un mundo mágico libre de tópicos sexistas
Estamos en la antesala de la Navidad, y me apuesto algo a que en muchas casas, los ‘reyes’ ya saben lo que los peques han pedido, puede incluso que los magos de Oriente hayan sido tan organizados que tengan los regalos comprados y empaquetados. Es tiempo de ilusiones y catálogos; de niños cuyos ojitos brillan ante los escaparates, y de papás / mamás con los pies doloridos de tanto recorrer pasillos en tiendas o superficies comerciales.
Y hablando de catálogos, me gustaría aprovechar para felicitar a Toy Planet, porque por segundo año, nos regala un catálogo que ‘rompe’ estereotipos: han entendido que no hay juguetes de niños o niñas, sino niñas y niños que escogen para soñar, jugar y reproducir roles. Así que … ¿por qué no ayudar un poquito a los niños en sus decisiones diciéndoles que no está mal que deseen tal o cual producto si se trata de disfrutar? Por que claro, ¿no pensáis que un niño se desalentará de jugar a ser papá si en los catálogos solo hay niñas cuidando a los bebés? ¿y qué me decís de esas mujercitas que adoran las construcciones pero cambian de idea al ver que solo hay varones en las fotos de estos juegos?
Hace algún tiempo, Belén se indignaba ante el sexismo en la publicidad de juguetes; y más recientemente, leíamos (en el blog también) un análisis acerca de si este podría contribuir en el mantenimiento de estereotipos. Pues bien, la apuesta de Toy Planet es decisiva, y debería servir también como ejemplo para otras compañías jugueteras, también (¿por qué no?) para elaborar los catálogos de productos navideños de las superficies comerciales.
En Gran Bretaña ya hay un movimiento consolidado formado por empresas de venta de juguetes que no señalan en función del género ‘al que van destinados’ a los juguetes. Son los peques los que mejor conocen sus intereses, sus padres los que deben respetarlos, y el mercado al que se le exigiría ‘acompañar’ para que los primeros se sientan más seguros
Aquí lo único que importa es que jueguen, y esa debería ser la principal función de quien fabrica y distribuye juguetes: no condicionar ni sesgar, porque ya contiene bastante la vida las ilusiones conforme crecemos. Y repito algo que en ocasiones he dicho: no se trata de que un niño al que le gustan los robots deba aprender a coser, o de una niña que adora intercambiar vestidos a las muñecas, tenga que conocerse al dedillo todos los muñecos articulados de la lucha libre; (valga la redundancia) si hablamos de ‘libertad’, dejemosles y descubriremos que de forma natural los peques van cambiando de intereses.
¡Bravo por Toy Planet!, me gusta que haya quien acepte que las princesas puedan ser científicas y los futbolistas expertos cocineros.
Vía | Key4 Communications
Fotos | Toy Planet
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