Una de cada tres familias aplaza la Comunión
Lo que era un acto íntimo para aquellos que quieren profesar la Fé católica, se ha convertido desde hace años en un acontecimiento social. Los padres, católicos o no, desembolsan una enorme cantidad de dinero para que sus hijos celebren la Comunión por todo lo alto, y no se sientan distintos al resto de sus amigos. En muchos casos es el propio niño el que pide su celebración, ¿quién puede resistirse a ser el protagonista y recibir multitud de regalos?.
Al parecer, la crisis ha obligado a muchas familias a aplazar la Comunión de sus hijos. El gasto medio es de 2.327 euros según la Federación de Usuarios y Consumidores Independientes (FUCI), y eso que los precios han bajado alrededor del 16 por ciento. Preparar esta celebración es casi como organizar una boda, hay que comprar el vestido o el traje, hacer una lista de invitados, preparar los recordatorios y/o el detalle para los asistentes y contratar un servicio de fotografía o vídeo.
Algunos padres optan por reducir los invitados en lugar de aplazar la ceremonia. Desde FACI recomiendan ajustar el presupuesto a nuestras posibilidades, preparar y reservar todo con tiempo y huir de despilfarros innecesarios. Además debemos conservar los recibos y facturas por si hubiera que reclamar.
Con 9 o 10 años es muy dificil que un niño entienda que la Comunión no es sólo una fiesta con regalos, sin embargo ya tienen edad para empezar a comprender que es la coherencia y que el dinero no crece en los árboles. Es un buen momento para seguir educándoles y transmitiéndoles valores.
Vía | ADN
Foto | Flickr-Industrial Lord & Mano
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