La adopción, algo más que el deseo de ser padres
Resulta extremadamente frustrante ver como tus deseos de ser padre se quedan ahogándose en el mar impreciso de la medicina, del azar, de los antecedentes genéticos o de cualquier pequeño y nimio detalle que la naturaleza se ocupa en escondernos pero que nos impide conseguir nuestros deseos. Es entonces, cuando ante toda posibilidad por gestar un hijo, nos dedicamos a llenar ese inmenso vacío a través de la adopción. Pero adoptar no es fácil.
Más allá del tema burocrático, político o social, y una vez ya tenemos a nuestro niño en casa, debemos tener en cuenta que, especialmente para aquellos que no son bebés, la adaptación es muy importante y se trata de un tiempo crucial en el que ambos, tanto la familia como el niño, tienen que empezar a vivir la vida desde otras directrices.
Según el pediatra Jorge Muñoz, un niño adoptado necesita de, al menos, un año para adaptarse a su nueva situación. Aunque siempre depende del lugar de donde proceda. Los que presentan mayores problemas, tanto físicos como psicológicos, son aquellos que provienen de los países del este europeo. Déficit en la alimentación y con una gran carencia en el afecto, presenta cuadros de hiperactividad e, incluso, autismo.
Al parecer, las que mejor se adaptan son las niñas que vienen de China o Vietnam. Estas pequeñas vienen en un estado psicológico mucho mejor que la media, y también bien alimentadas, que suele ser el mayor problema al que se enfrentan las familias que consiguen adoptar. De todos modos, según Jorge Muñoz, los niños se adaptan perfectamente, y en su mayoría no necesitan de mayores cuidados, salvo una especial atención, durante los primeros días, de su nueva familia.
Vía | Diario de Mallorca
Foto | Mujer y maternidad